jueves, 30 de julio de 2015

Órdago de rosa y espada

Caída en grazia la cúpula zeleste...

Late en mí Nerón, en plena gracia de esa emoción que es el tiempo. Con los ojos rasgados de respirar con la boca seca, en tierra! En propias fronteras! Donde el cuerpo residual del orgasmo cae desplomado cansado. Te me quedas oyendo con la voz entrecortada. El silencio se cotiza a precio del oro. Oro azabache, negro derroche. Languidez de un alma que se deja llevar, que se vacía de congoja. La efímera. Rastas que golpean con sus sombras la pared blanca. Es piel, agujeros negros y elixir. Una película inamovible de libertad que se desprende del ruido; De los truenos y golpes de ira de una suerte siempre en vísperas de darse a la fuga. Pero reposa ahora la madrugada, como habitúa y su sucesión de estrellas es una constante metáfora de como confluye la muerte entre la vida más virginal. El mundo se de-construye en fragmentos de espacios llenos de polvo. Podría quedarme hecho jirones. Polvo al polvo, pero ella respira profundo con la luz iluminando un ala de tinta poco curvada tatuada a ras de gemelo. “Ya me lo cambiaré”, se repite sonriendo. Es libre y vendaval como aire de amanecer que se desprende del ambiente. Una nebulosa de conato de nuevo día apareciendo... Si paso las manos por sus muslos me quedo inmerso, como con una bocanada de marea brava hasta los topes. Quizás deba dejarme llevar y contestar los aún dormidos cantos de pájaros y gallos. Mientras el erizo enroscado en su propia luminiscencia sigue en pleno viaje hacia los confines del sueño, y su aliento de dragón denota paz. Bandera blanca, sábanas sin fauna beligerante. Mute a la musa. Ya arderá Babilonia de nuevo mañana.

¡¡Al amanezer!!


Las copas de los árboles se hacen de sol. Se filtra el calor creciente entre las hojas, las paredes manchadas de ruina y la ventana abierta. Su brisa en nuevo acorde deja arrastrar un olor a café caliente y dientes blancos cerradas en fase R.E.M. No es tarde, nunca suele serlo cuando se duerme cerca mía. Es demasiado pronto para aventurarse a pensar en nada, tan sólo. Mejor seguir durmiendo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario