miércoles, 17 de septiembre de 2014

Confío en la calma

Un espasmo seco.
Huele a lluvia dorada.
Agua sobre agua.
Otoño de piel blanca.

Las puntas del tiempo
esperenzadas
por una superfizie de madera.
Gime el vientre.
Se arrodillan estrellas
entre los dedos de sus pies.

Cauterizada el alma
en crescendo interminable.
Labio inferior
al borde de un parto
de arena y sangre.
Limón.
Sabor a limón.

Asisto a la deriva
de unas piernas,
y unas manos
tácitas a la dislexia,
mientras la voz
suave, articula
en zielo y miel
la negazión de fe,
implízita a la cordura.

Qué hermosa se apareze!
Lluvia de estrellas.
Montañas de calaveras
de perla y escarcha.
Ve (y) gana a desgana,
surcando la vía láctea.
Gime el vientre.
Brillan cálidas las mejillas.
Brota fuego.

Centellean mis impulsos
de lanzarme hazia el oso.
Creo en la vida, póstuma
al sacrifizio de la vida.
Confío en la voz
de la experienzia
y salto desde las alturas.

Se oye revuelo...

y...

Vuelo!!

martes, 16 de septiembre de 2014

I'm a stalker

Promesas de Tierra Prometida,
a destiempo, incoloras,
bajo tu sonrisa.

Polvos y más polvos,
algunos de colores,
orgasmos que se funden
en un estado nunca antes hallado.

Pero nada reconforta
si se clava por la espalda.
La desvergüenza del silencio,
de la acuziada distanzia
de lo correcto o incorrecto,
tan dificil de saber, como quien
te llevará al próximo aeropuerto.

Ahora me río, por cada lágrima,
por cada día malgastado
entre tus promesas de amor,
preocupándome de tu angustia,
sin miedo a afrontar ningún desafío.
Mientras, suena un hechizo,
parece que es adopta un tío.

Cuídate, te lo suplico,
como al que algo le importa,
vístete de musa, de leona
o de satén,evita los tornados,
no creativizes en propia verdad.
Sé fiel, a tus garras de oso
a 'estar feliz y muy ilusionada',
a olvidar a quien no te valga nada.
Pero recuerda
que habrá un momento
en que por mala gestión
o mala suerte del destino,
tires la primera piedra,
y no haya nadie a quien golpear.

No me llames en ese entonces,
estaré en la vereda
que se esconde tras la puerta
de atrás. Otra vereda.

Recuerda cuanto te han amado
tan breve, tan intensamente,
y sé feliz. Cuídate,
si es que lo quieres,
y sonríe con esos labios
de piel de yuca, limón
y sal.