Con la boca dormidade autolesionarme
mordiendo
mis propios labios.
La noche no termina de acabar,
y me despierto
hecho polvo.
Estos pulmones
trenzados a mala tos
que no sangran
esperando encontrar
una salida factible
a través de piel joven
y medicamentos
de pelo moreno...
Duele casi siempre
olvidarse de respirar.
Tragarme los cristales,
golpeados por el viento
y saber,
sin ciencia cierta,
ni hipótesis de ala ancha,
que a morir,
hasta quedarme mudo,
dentro de tu garganta,
profundo como gritar
bajo el agua,
es la única lluvia sentida...
Viajarme a cinturas prestas,con el agrio sabor de una malavida
tatuada sobre la lengua,
creyendo que todo gira sin control
más cuando te tengo,
tengo vida,
consolido un latido
sobre tu latido.
Y vivo,
utilizando el único recurso que se me presenta,
envuelto en labios amargos y rojos;
Miedos mudos con olor a opio...
¿Miedo?
Dime donde escondes las muñecas,
que te encontraré la noche,
aunque acariciando
y quemando una piel hermosa
acabe frotando tu espalda,
como una lámpara persa;
deseando
un beso sobre beso,
sábanas calientes
y una soledad pálida de pelaje...
Quedo con unas manos
que saben lo que son manos ajenas
de tanto caer el suelo
y astillarse al levantarse...
Manos que aman
por un corazón que siente.
Dactilios de piano,
crudos
como tragarme todo el humo
que bebo
a mala lengua
entre muslos,
gemidos interiores,
y pollos sin cabeza...
He alcanzado muchas veces a tocar el suelo,
pero no me conformo
ni arrepiento con lo hecho.
Amo
Reclamo y profano mi suerte
y mientras me juzgan,
culpable de estar evadido
entre alcoholes de buen grado,
solo puedo soñaros,
y pensarme
de puntillasbuscando acariciar unas nubes,
que sean de vaho o fruta prohibida,
acabaré abarcando
con mis noches mustias,
mi labia de labio roto,
''Diablos de cortantes uñas'',
y un sentimiento
que encerrado
en el tiempo, temeroso,
se niega a temer,
o seguir temiendo,
sabiendo que fuera de los muros
de áspera piedra
está el prezzioso cielo...
(os anhelo)