sábado, 9 de octubre de 2010

Qué lluvias o qué manos

No me dejes todavía.
Creo que pronto empezará a llover.
Incluso diría que ahora,
y no quiero acostarme
sin  poder sentir
esa tos tibia de quien cala su huesos
bailando por dentro.

Malas bestias de espaldas anchas,
lobos, mantícoras, cenutrios,
castillos ambulantes, personas como perros...
asfixia generalizada, contaminación del beso...
Ya no.
Maté al último dragón inhalandolo fuerte.
Los monstruos me dan hambre
y mi estómago forrado con tu piel,
humana,
gira en ácido por digerirte.


Me cuesta abrir los ojos
en una mañana cualquiera
y decir que no tengo miedo.
Por instinto uno huye del temblor,
vuelve sobre sus pasos
y traga saliva con prudencia.
Todos, sabios, menos yo...
temblando como quien besa,
al borde de tu cuello,
del fin del mundo,
que indeciso,
bajo las caderas se encuentra.

Un solo escondite.
No quiero puercoespines
con gladios buscando nuevos cristos,
ni malas oleadas de ácaros
que me dejen sin aliento.
Un solo escondite,
encerraré lo que importa del sile ncio,
conjugaré una soledad de ver y no ver,
y te tenderé mirando el cielo.
Un solo escondite,
y puedo encontrarlo entre madreselvas oscuros...

lunes, 4 de octubre de 2010

Palabras vestidas de palabras-travesti

Pantera negra
¿Seguirás mucho rato bebiendo del arcoiris?
Quiero terminar de deshacerme del tiempo,
envuelto en una afombra persa.

Los cristales casi reventaron por el ruido
de un ensordecedor viento
envalentonado por otoño,
envalentonado,a secas.

Al principio temí por la vista,
y esas astillas de arena forjada dentro de ella.
El miedo es natural, hacia quien sueña despierto.
¡Nunca más!
Sé que es complicado,
aunque no más que yo.
No puedo asegurar que no te cubra la piel
si comienza a llover,
pero ambos sabemos que desnudos,
bajo su goteo antiácido,
siempre reconforta, como matar
monstruos
en cualquier maldita pesadilla.
Si me matas
de la manera que sea,
¡Hacedlo!,
No dudeis,
pues no me negaré a ahogarme en tus manos,
como ya lo hago entre tus magnolias.

Hay días solitarios,
de media taza de té.
Ya estoy lleno.
No he comido, ¿Qué más da?
¿Té?
Ponme un solo,
acompañado de café.
Ponte, nadando contracorriente,
deja que te sorba las sombras,
deja que con café me las hierva,
qe me beberé hasta el sudor,
de las horas muertas que aturden,
alariendo,
a quien con silencio
me toma de la mano
y ayuda a oler
las hojas que caen...
(te quiero...)

domingo, 3 de octubre de 2010

Cabo de malas esperanzas...

Un vaso de agua;
los dinosaurios se extinguieron,
¡Deja de temblar!
Maldita sed de mal...

Todo queda en calma,
como cualquiera de esas fotografías
de la Guerra de Secesión
en la que cadáveres uniformados
se pudrían en silencio.

Aguanto el pulso,
aunque sigo luchando solo.
Fuerza, don de tristes,
cuando apuñalas,
y punto.

Ojalá nunca hubiese existido.
Desnudo, con la ropa interior en las manos...



No nací de buena savia,
pero hunto miel por ambas caras de la tostada,
como quien se come la ceniza,
tras fumarsela en la pipa.
Naci a os vueltas,
y vivo dando giros.
No me parezco a Huracán Carter,
pero la nariz me gotea...


Poco me importa que suene un gallo
cuando amanezca,
o me cruze con una polaca en busca de sexo fácil
en la puerta del ascensor.
Hoy vivo por mí.
Hoy tan sólo,
por mí,
seré yo.
Y si me cuesta ambos pómulos,
lanzarme de cara en defensa de un sentimiento,
que asi sea.
Pero que el K.O me deje boca arriba
contemplando, sangrando, el cielo.

¿Me encontrarás entre las brumas?
Hace viento pa'hacer temblar cerditos,
Y una calidez amarga me sube por los dedos,
recordándome que merece la pena morder(se)(te)
los labios.