miércoles, 21 de julio de 2010

Nada bueno pasa después de las 2 de la mañana...


Aunque sean dos corazones los que te fustiguen hacia la noche...
y aunque no sepas si tendrás suficiente sangre para aguantar el galope, y sentirte protegido del frío...
aunque consuma, que consume, estar tan perdido que no quedan estrellas estrellas a la derecha...

estoy...

estoy...

fuerzo la sangre que me corre por las venas, y me fundo en un intento de provocarte una sonrisa. Estoy cansado de ver como todo se desmorona, como todo tiene un color escarlata, de manchas inquitables, y aunque, miles de aunques, tenga dudas sobre cómo podré seguir en unos instantes, y no sepa cómo demonios amarte, con la fuerza que merecieras...

estoy, a tu maldita vera, lado y compañía...

Y si se nos cae el cielo, que nos coja de lucha entre olfatos...

(se decía un joven soñador, embriagada en la lucidez de una bonita nube de vaho y opio)