sábado, 25 de octubre de 2014

Bonita noche

Ojalá no doliera tanto la soledad.

Pensar en negro.

Sentir en negro.

Morir en recuerdos, matar el CAOS del amor

involucrarse en nada...

Seguir soñando despierto,

sin perder la maldita esperanza.

Vuelvo a temblar a mitad de la madrugada.

Yo no te tengo para abrazarte en mi cama.

No tengo tu voz, de gallo, de sombra, de arteria.

No tengo tu olor, ni tus manos.

Por no tener, no tengo apenas aire.

Ojala no doliera tanto la soledad.

Esa que nos haze valientes

y nos ilumina al cambio.

Esa que se echa a llorar entre mis brazos.