Vuelvo cada vez más viejo
cada vez más fino,
no con más corazón
pero sí con sal y espino.
"Cruzado, Nazareno
Satán", declino`.
Me integro dentro
de mí mismo,
de mis propios intestinos
y aunque se me aparte a los postres
mi cadáver huele a vino.
Soy el profeta elegido
en la tierra de la hierbabuena
y el más elegante desatino
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