Babilonia
La transgresión del beso,
impreso
a ritmo pausado,
casi sin aliento,
casi sin aliento...
Una bocanada de aire
entre pulmones cruzados
y labios tejidos
en el destiempo.
Sabor a invierno.
Campos de piel pálida
manos heladas,
y sus ojos
allí
observando
la hendidura del preziso
e icónico momento, repito:
a destiempo!
Imprevisible
fogonazo
en oro negro
so pupila en reflejo de cristal.
Sabor a invierno.
Cultura de calidez
sobre el palmo a palmo,
a expensas
de que expiren
los demonios,
y
la cordura
¡Huela a sal,
a atardezer de vientos!,
a mar, y na
da más
que
a
m
a
r
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