Estómago
sin úlceras
sobrecargadas
a voluntad.
No hay sustanzia
que mate mis nervios,
mi ganas.
Sólo una sensación
de color sangre,
que me provoca pinchazos.
Punzadas,
punziones,
contraorgasmos.
Estómago
que espera
morirse
entre hielo
y alcohol destilado.
Estómago,
cerebro de amargura.
Voy a regalarte
una úlcera
por cada buen
pensamiento.
Si no los hay,
invéntatelos.
Así es la vida,
un cúmulo de mentiras.
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