miércoles, 16 de octubre de 2013

Sazó y melamina

No podía pensar con demasiado claridad. Una atmósfera de rudo carácter le tenía anclado al sillón. Inmóvil, con la mirada fija en un agujero de la pared. Muerto. Aparentemente muerto. Nadie podría asegurar que hubiera pulso en sus brazos o su garganta, siquiera acercándose. Aunque nadie nunca lo había intentado.

No podía pensar con claridad, todo daba vueltas,
arden bosques de eucaliptos en la lejanía
y huele todo a quemado.
El humo le asfixió durante un segundo.

Pensaba que le gustaría
acercarse a la boca el sabor del humo.
A fin de cuentas ardían eucaliptos,
no sustancias tóxicas de alguna central
nuclear, hidroeléctrica, Park...

Catarsis y reverberación de orgasmos
entre los dientes y el labio inferior.
Gimes con locura... pareces viva
y sigo sin pensar demasiado.

Hueles a miel fresca
Hueles a miel
miel fresca miel fresca

No hay comentarios:

Publicar un comentario